Viajar con tu perro de vacaciones.

Estamos ya en verano. Estamos deseando salir de casa y viajar a algún lugar fuera de nuestra ciudad. Nos llevaremos con nosotros a nuestra pareja, a la familia y, ¿cómo no?, a nuestro amigo fiel, nuestro perro. Pero, ¿Cómo lo hacemos? Te explico un poco las alternativas de transporte que tienes para viajar con tu perro de vacaciones.

Dejar a tu perro en tierra mientras tú te vas de viaje genera más incertidumbre que tranquilidad. Te lo aseguro, yo he pasado por eso. ¿Qué haces con el animal mientras te vas de vacaciones? ¿Lo dejas en casa de algún amigo o familiar para que se encargue de él? ¿Lo dejas en casa y le dices a tu vecino que lo saque a pasear tres veces al día y se preocupe de reponerle la comida y el agua? ¿Lo llevas a un albergue canino? ¿Contratas a alguien para que lo pasee a diario?

Aparte del dinero que te puede costar algunas de estas opciones, lo cierto es que no vas a estar tranquilo. Estarás todo el día preguntándote como estará el perro. Si está bien atendido, si está a gusto, si te echa de menos. Y, claro, no es una persona, es un animal. No le puedes hacer una llamada desde el móvil para asegurarte de que está bien.

Yo te aconsejo, siempre que puedas, que te lo lleves contigo. Estas son las opciones más frecuentes que tienes para viajar con él. Te las comento para que valores cuál es el medio de transporte que se adapta mejor a tus circunstancias.

Viajar en avión.

A mi juicio es el medio de transporte más seguro y cómodo para el animal. Los viajes son cortos, está bien atendido y le causa menos estrés. Para viajar con el perro en el avión tienes dos opciones: que viaje contigo en la cabina de pasajeros como equipaje de mano o que lo haga en bodega en un espacio habilitado.

Si el perro es pequeño, pesa menos de 8 kilogramos, incluido el transportín, podrá viajar contigo en tu asiento colocado sobre tus rodillas. Debes tener en cuenta que para viajar en avión, el perro siempre debe ir dentro de un transportín, este debe ser lo suficientemente espacioso como para que el perro se pueda mover y debe tener unos cierres seguros, que no se abra durante el viaje.

Si el perro es más grande, viajará en bodega. En un espacio acondicionado para las mascotas. Dicen los operadores de Animales por avión, un servicio de transporte de mascotas efectuado por la empresa Star Cargo, que en los foros de internet corren ideas equivocadas sobre las condiciones en las que las mascotas viajan en el avión.

Para empezar hay que indicar que el perro no viajará en la bodega con el resto de equipajes, sino que lo hará en una sección especial en la que se mantiene una temperatura estable de entre 15 y 25 grados. Algo parecido a la cabina de los pasajeros.

Tampoco se facturará como si fuera una maleta. El perro, dentro de su transportín, se introduce en el avión como carga aérea. Esto significa que hay que llevarlo al mostrador de un operador de carga que trabaje con animales. Este lo introducirá en el avión por vía directa. El animal está en todo momento atendido. Primero por el personal de la compañía y después por la tripulación de la aeronave.

Los puntos de atención al cliente de los operadores de carga están ubicados en los centros de carga de los aeropuertos. Deberemos dirigirnos a ellos antes de pasar por el control de seguridad y recoger el perro en el lugar que nos indiquen dentro de nuestro aeropuerto de destino.

No se aconseja sedar al animal, ni darle ningún tranquilizante para el viaje. Al coger altura, la presión arterial del perro disminuye, si a eso le añadimos que le hemos suministrado algún fármaco relajante, podemos inducirle un paro cardiaco.

Dicen los operadores de ese servicio que los perros suelen viajar tranquilos en el avión, y que son algunos dueños los que se ponen nerviosos, más que otra cosa, por desconocimiento.

Viajar en tren.

En principio, los perros pueden viajar en tren de media y larga distancia sin problemas. Para ello debemos sacarles un billete sin asiento que suele costar un 25% del importe de un billete de pasajero en clase turista. El perro si es pequeño irá en un transportín y si es mediano o grande se situará a los pies del propietario y este deberá encargarse de él durante todo el trayecto. Para viajar en tren, el perro debe ir acompañado de su cartilla veterinaria.

Indica el blog Turismo Canino que solo se admite un animal por viajero, y que este debe viajar en un lugar discreto, en el que no moleste al resto de los pasajeros. Si esto no es posible, el interventor del tren buscará la opción más adecuada. Reubicando al perro y a su propietario en otro asiento. Si no fuera posible, se puede proponer al dueño que coja un tren distinto o se le devolverá el precio de los billetes.

Para viajar con perros sueltos se recomienda hacerlo en compartimentos de pasajeros, no en un vagón de butacas. El perro viajará más tranquilo y creará menos molestias. Los billetes de perro no se compran por ventanilla. Se le abonan al interventor en el momento en que te solicite tu billete.

Por otro lado, viajar en A.V.E. presenta una serie de peculiaridades. Para todos los trenes de alta velocidad solo se admiten perros que pesen un máximo de 10 kg. Deben ir dentro de un transportín con unas medidas de 60 x 35 x 35 cm. El transportín debe contener un dispositivo para retener y extraer las deposiciones.

En septiembre del 2022 se realizó una prueba piloto para estudiar el comportamiento de los perros grandes en las líneas de alta velocidad. Se puede decir que la prueba fue un éxito. A partir de esa fecha se admiten perros con un peso un máximo de 40 kg en las líneas del A.V.E. de Madrid – Barcelona, Madrid – Málaga, Madrid – Valencia y Madrid – Alicante.

Viajar en barco.

Las compañías Transmediterránea y Balearia siempre han ofrecido la posibilidad de viajar con nuestra mascota en los ferris que van a las islas. Tanto a Baleares como a Canarias. Para ello habilitaban casetas ubicadas en el aparcamiento o compartimentos individuales situados en cubierta. El empleo de un sistema u otro depende del ferri en el que nos vayamos a embarcar.

Mientras que en las casetas, el perro debe ir dentro de un transportín y va vigilado por el personal de la tripulación, en los habitáculos individuales está la opción de que el perro vaya suelto y lo podamos visitar durante el trayecto.

Encuentras todo tipo de opiniones respecto a este servicio. Lo cierto es que viajar en barco no es la mejor opción para nuestros perros. No porque no vayan a estar atendidos, sino porque son viajes largos que resultan agotadores para el animal.

Viajar con el perro en nuestro coche.

No existe ninguna norma de tráfico que impida que nuestro perro viaje en coche siempre que no moleste ni distraiga al conductor. Si tenemos a nuestro perro acostumbrado a viajar en coche puede ser una experiencia bonita llevárnoslo de vacaciones. Eso sí, hay que señalar que viajar con un perro es más pesado que hacerlo con niños pequeños. Cada cierto tiempo debemos parar para que el animal estire las piernas, beba agua, dé un paseo y haga sus necesidades.

Es importante que el perro esté atado con un arnés de dos anclajes, o si es pequeño, que lo tengamos dentro de un transportín. No es bueno que los perros viajen sueltos, principalmente, por su seguridad. Un giro brusco o una frenada inesperada pueden hacer que el animal salga despedido y que se golpee contra los asientos.

El blog Mis Mascotas nos da una serie de recomendaciones a tener en cuenta si vamos a realizar un viaje largo en coche con el perro. Son estas:

  • Sal a pasear con el perro antes de efectuar el viaje. De esta forma entrará en el coche más tranquilo y el viaje le resultará más placentero.
  • No le des de comer antes de viajar. Muchos perros se marean durante los viajes en coche y esto les puede hacer vomitar.
  • Acostumbra a tu perro a viajar en coche. Antes de realizar un viaje largo es bueno que lo hayamos metido en el coche en trayectos cortos, como puede ser ir al campo a correr un poco, para que se vayan acostumbrando.
  • Abre las ventanillas cuando haga calor dentro del automóvil. Mantener una temperatura alta puede resultar fatal para el animal.
  • Intenta que el perro sea el último en entrar en el coche. De esta forma evitarás que pase un nerviosismo innecesario.
  • Sé cuidadoso en abrir la puerta cuando lo vayas a sacar. Con la emoción es posible que salte del automóvil y sufra un accidente.

Ir con nuestro perro de vacaciones es posible. Solo debemos valorar cual es el medio de transporte más adecuado para que viaje cómodo y seguro.

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