¿Sabéis por qué no existe la página web perfecta? Pues porque todo, absolutamente todo, en este mundo se puede mejorar. Si creamos una página web que, en opinión de expertos, tiene todo lo imprescindible para convertirse en una de las mejores webs del momento, lo más probable es que, en cuestión de meses, pase a ser una web buena pero del montón. ¿Por qué? Pues porque a raíz de nuestra creación surgirán nuevas páginas que copiarán o tendrán como base nuestro formato, pero que habrán añadido algunas mejoras. Y es que, como ya hemos dicho, toda página web es mejorable, siempre.
No obstante, lógicamente, hay páginas y páginas, por lo que siempre hay algunas mejores que otras y lo que nosotros pretendemos hoy es daros una serie de consejos básicos que os ayuden a conseguir la mejor web profesional, de tienda online y/o corporativa posible.
Antes de nada, la empresa Deindo ofrece un consejo vital sobre diseño gráfico en su página web: “El diseño gráfico es muy importante para desarrollar una buena estrategia para lograr una buena comunicación desde un enfoque visual.” Lo que en otras palabras viene a decir que si tu diseño gráfico no es fácilmente diferenciable, el usuario no lo asociarán a tu marca ni, mucho menos, lo recordará, por lo que es muy importante pensar claramente cuáles son los objetivos que queremos conseguir para seleccionar tipografía, imágenes, ilustraciones y/o videos con el fin de lograr, siempre, el mejor resultado.
Consejos de creación
Diseño: Debemos tener en cuenta que el diseño de una web debe ir, siempre, en función de los objetivos que queramos conseguir y de las tendencias de mercado. Por ejemplo, si somos una tienda online que vende ropa de mujer y sabemos que la tendencia de este año es la ropa ibicenca, lo mejor que podemos hacer es crear una web donde el blanco prevalezca sobre el resto de colores, y donde utilicemos imágenes en las que destaque este estilo de ropa para captar directamente a la posible clienta que está buscando un catálogo de moda ibicenca.
Con respecto al logo de la empresa, debemos tener claro que ha de aparecer en la parte superior de la web, en un espacio visible que todos los usuarios puedan ver sin esforzarse demasiado, ya que es uno de los elementos más importantes para reconocer nuestra marca.
Debemos evitar usar demasiados colores, así como evitar usar plantillas que recuerden a otras webs de la competencia. Lo mejor es la personalización y la web a medida puesto que la diferenciación es nuestra mejor arma.
Experiencia de usuario: ¿Sabéis lo que es el diseño responsable? Pues una web “responsive” es aquella que se adapta a la navegación en distintos dispositivos. Es decir, que se ve igual de bien tanto en un ordenador, como en una Tablet o un móvil. Debemos tener en cuenta que cada vez son más los usuarios que utilizan su móvil para casi todo, por lo que nuestra web debe estar preparada para darles un buen servicio.
Contenido: Ya sea como contenido textual, en fotografía o en vídeo, todo el contenido ha de ser sencillo de comprender a la par que tener algo que llame la atención del usuario. Podemos incluir un blog donde hablar de noticias sobre el sector o sobre nuestra propia empresa, pero el contenido visual de la web debe ser sencillo, conciso y fácil de usar.
Tiempo de carga: Si queremos que ni Google, ni los usuarios, salgan corriendo tras esperar demasiado a la carga completa de nuestra web, debemos asegurarnos de que ni las imágenes, ni el resto del contenido (así como el diseño de la web) pese demasiado, pues de lo contrario el tiempo de carga será elevado y los usuarios se cansarán de esperar. Un dato de peso: si el tiempo de carga es superior a los 3 segundos la probabilidad de abandono aumenta un 32%. Palabra de Google.
El color de los links: Algo tan sencillo como destacar los links que el usuario ya ha visitado es un buen ejemplo de cómo facilitar la navegación. La claridad de una página web pasa por que el usuario sepa exactamente dónde está. Lo que busca, y sobre todo, dónde no lo ha encontrado. La repetición innecesaria molesta.
Otra cuestión importante es distinguir los enlaces internos de los externos. La mejor manera es hacer que los enlaces externos se abran en nuevas pestañas de forma que el usuario no sea invitado a abandonar la página que visitaba inicialmente.
Detecta posibles errores: los errores de una página pueden confundir al usuario, dificultar su llegada al contenido que le interesa o directamente hacer que la abandone. Tener la página adaptada a dispositivos móviles (como ya hemos comentado), que no haya enlaces rotos o que hayan expirado, que no haya errores de redacción y que el contenido multimedia se cargue correctamente parecen cuestiones evidentes, pero son problemas frecuentes.
Y hagas lo que hagas, contrata a buenos profesionales.