El mundo del marketing vive una revolución constante sobre todo en los últimos años puesto que el avance tecnológico está progresando a pasos agigantados y ejemplo de ello es que desde el salto de la emisión en blanco y negro al color en las teles hasta nuestros años, no había habido grandes progresos mientras que en estas últimas fechas hemos vividos hitos tan importantes como el paso de SD a HD y de HD a UHD y aunque existen más calidades intermedias, el ritmo sigue muy ágil puesto que Japón ya planea emitir en 8K las olimpiadas de 2020. Por este motivo debemos contar con profesionales del marketing como Dicendi para que nos acompañe en estos tiempos tan convulsos tecnológicamente hablando.
Tal y como os hemos adelantado en la introducción, en la actualidad el sector tecnológico vive unos tiempos de grandes y constantes cambios en los que surgen grandes dudas ya que tendremos que decidir si comprar siempre la última innovación para estar al nivel de los avances técnicos invirtiendo para ello grandes cantidades de dinero, que se pueden contar por millones dependiendo del tamaño de nuestra sociedad o si por la contra decidimos mantener nuestros equipos y cambiarlos cada dos, tres o cuatro avances para ahorrar así una importante cantidad de dinero pero teniendo en cuenta que en ese espacio podemos quedarnos obsoletos técnicamente hablando y por ello perder una gran parte de nuestra clientela.
En el sector del marketing ocurre lo mismo en todas y cada una de sus variantes y es que antes de entrar más en materia sobre este tema os ponemos ejemplos muy sencillos como que hace unos años en lo tocante al marketing promocional, las empresas regalaban mecheros, cajas de cerillas, paraguas… en cambio en la actualidad los obsequios más demandados son los tecnológicos y pasan por memorias flash usb, baterías externas para los móviles o palos selfie entre otros.
Además del regalo promocional, que es una de las variantes del sector de la publicidad, pasamos al marketing propiamente dicho y para ello vamos a hablar de las claves por las cuales pasa el futuro o ya casi la realidad actual de la industria. La tendencia en la actualidad pasa por algo que hasta hace poco nos parecía inimaginable y es el big data, ya que conocer los gustos de nuestros potenciales clientes puede darnos informaciones de gran valor a la hora de plantear nuestras estrategias de marketing futuras. Además, el internet de las cosas es algo cada vez más demandado al igual que las experiencias que nos pueden dar los videos en 360 grados, la realidad aumentada o la realidad virtual. Otro de los puntos clave pasa por reinventar y darle una nueva visión a prácticas que ya nos acompañan desde hace mucho tiempo para así conseguir el mismo fin que llevan desempeñando desde hace décadas y es conseguir conquistar al consumidor y si es posible, ganarse su fidelidad a nuestra marca. Para conseguir esto, en la actualidad contamos con los influencers, personaje que no deja de ser un prescriptor publicitario como los que desde hace ya bien años nos acompañan en programas radiofónicos, por ejemplo. Aunque hay algo que debemos tener muy presente y es que los prescriptores son personas formadas para desempeñar esa acción correctamente mientras que, en el caso de los influencers, esta formación en la mayoría de los casos no existe, por ello tendremos que cuidar muy detalladamente aspectos como la periodicidad o el contexto ya que una publicación hecha en un momento erróneo puede llegar a perjudicar gravemente a nuestra marca.
Innovar o continuar con lo tradicional
Comenzábamos este post con la duda de si debemos de estar a la última siempre o por la contra deberíamos buscar una estabilidad y este mismo punto os la traemos a este párrafo puesto que somos muchos los que estamos acostumbrados a la publicidad convencional y como a la gran mayoría los grandes cambios nos generan dudas, pero la innovación es propia de los tiempos en los que vivimos y bien usada nos puede aportar grandes resultados como la adaptación de campañas a nuestros gustos personales segmentando el mercado y personalizándolo. Por ello nos gustaría terminar este post invitándoos a que investiguéis y saquéis vuestras propias conclusiones al respecto de si es mejor innovar pase lo que pase o por la contra, en algunos momentos debemos mantener o mejorar lo que tenemos actualmente.