Nunca es tarde para aprender algo nuevo y transformar tu futuro: reinventarte a los 40

Nunca es tarde para aprender algo nuevo y transformar tu futuro. Quiero empezar desde el final. Con la moraleja que vamos a sacar con este artículo. Porque te vamos a demostrar que aunque veas un túnel oscuro, si te lo curras y crees en ti puedes ver la luz. Esto es tan fácil como verte en la calle con 40 años y no saber a qué puerta llamar. No tener nada, y pensar que no vas a volver a trabajar en tu vida.

Soy Jaime, me presento. Una persona divertida y que había trabajado durante casi veinte años en el sector editorial, corrigiendo y editando textos para una gran editorial. Sí, un trabajo que era muy común en los años 80 y 90, pero que poco a poco se fue perdiendo. No es el único oficio que ha ido cayendo en el olvido y que finalmente desaparece. Aquí tenemos muy buenos ejemplos. Sin embargo, a mis 40 años, recibí la peor de las noticias. Algo que jamás pensé escuchar: la empresa estaba despidiendo a gente y mi puesto sería eliminado. No me lo podía creer, como a muchos les ocurre, con 40 años me veo en la calle.

El golpe fue duro, pero muy duro. Durante meses envié currículums sin éxito. Incluso yo era de esos que los llevaba en papel a las empresas. Pero lo que me di cuenta es que me enfrentaba a la dura realidad de que el sector editorial estaba en declive y las oportunidades eran escasas. Lo digital había conquistado todo. Cada entrevista terminaba con la misma respuesta: «Buscamos perfiles con conocimientos digitales. Pues muy bien, pues yo a mi edad ya no estaba para aprender, o eso pensaba.

Reinventarme

La verdad es que viví momentos muy duros. Pero no me quedaba otra. Así que me puse a investigar y descubrir cómo me podía reinventar. Una palabra que nunca pensé que entraría en mi vida. Hasta que un día encontré un curso gratuito sobre competencias digitales. Al principio era un poco reacio, pero la gente de Tecno Inte me animaron y pronto vi los primeros crecimientos.

Era un curso básico del sistema operativo para tareas tales como navegar por internet, visualizar imágenes, apagar el ordenador o gestionar carpetas y archivos. Algo que puede parecer muy simple, pero para una persona nacida en los 80, os puedo prometer que no es fácil.

Fui primero bicheando con el uso del correo electrónico y de programas de videoconferencia básicos. Y oye, me resultó hasta divertido. Luego fuimos buscando algo más complicado. Y comencé con el uso básico del procesador de texto e identificación de distintos tipos de archivos (pdf, docx, jpg, gif, png…)

Con este curso aprendí sobre marketing digital, SEO, gestión de contenido en redes sociales y herramientas como WordPress. La verdad es que es muy importante que tengas a tu lado a gente que tiene ganas de trabajar y de ayudar. Al principio, me costó adaptarme, pero poco a poco fui ganando confianza y creyendo en mis posibilidades.

Tras terminar el curso, rediseñé mi currículum y empecé a ofrecer servicios de redacción y edición digital en plataformas freelance.  Y la verdad es que me sorprendió lo bien que iba. Aunque lo mejor estaba por llegar. A los pocos meses, siempre recordaré que una mañana de lunes, recién levantado y con lluvia en la calle. Pues de repente una startup de tecnología me llamó. Me quería contratar como gestor de contenido digital. Me dijeron que habían visto como una experiencia en escritura con mis nuevas habilidades digitales.

Hoy, en día no solo tengo un trabajo estable, sino que gano mucho más que antes y trabajo en remoto. Algo que hace años me hubiera parecido impensable, cuando estaba trabajando en aquella editorial, donde junto a mis compañeros éramos de los que pensábamos que las máquinas nunca nos quitarían el trabajo.

Así que ahora, con el famoso teletrabajo, tengo más flexibilidad para poder estar con mi familia. Lo que parecía el final de mi carrera se convirtió en una oportunidad para reinventarme. También quiero aprovechar para dar las gracias a mi familia, la verdad es que es muy importante tener a tu lado gente que te apoye. Así que invito a todo el mundo a que mire más allá y que piense que es posible salir. Que no mire el DNI y que piense que todo es posible.

Como os decía, y es la moraleja que saco de todo esto: Nunca es tarde para aprender algo nuevo y transformar tu futuro. Animo y a por ello.

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