Las empresas de pintura artística están en auge

empresas de pintura

Llevo años rodeada de pinceles, lápices, sprays, pigmentos y una infinidad de materiales que, al principio, me sonaban a chino. Mi esposo es ilustrador y fue él quien me abrió los ojos a todo este mundo. Yo pensaba que el arte era solo para unos pocos, algo caro y complicado.

Pero no, cada vez más personas están metidas en este mundillo que, siendo francos, es muy amplio.

 

Ya no hace falta ser un experto

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es cómo las marcas han empezado a cambiar el lenguaje. Antes todo era técnico, complicado, lleno de nombres que no entendías si no llevabas años en esto. Ahora, cada vez hay más marcas que te ayudan cediéndote las cosas como si fueras una persona que empieza desde cero. Y no lo digo solo por los textos en las cajas o en las webs. Lo veo en los sets de iniciación, que se han convertido en un regalo estrella.

Hay packs de acuarelas que vienen con pinceles, papel, colores básicos y una pequeña guía. Lo mismo pasa con el gouache, el acrílico o incluso con materiales que antes solo usaban los profesionales, como la aerografía. Hoy en día puedes encontrar sets de aerografía para principiantes con instrucciones claras, colores básicos y compresores adaptados a uso doméstico. Y funcionan.

 

Las manualidades como forma de desconectar

También noto que cada vez más gente ve en el arte una forma de relajarse. Pintar una figura de madera, decorar un cuaderno, hacer un colgante de resina o tunear una caja con chalk paint se ha vuelto una forma de desconexión. Hay quien hace yoga, quien sale a correr… y hay quien se pone una bata vieja, saca los pinceles y se pasa la tarde pintando piedras, letras o lo que pille.

Eso explica que muchas tiendas de bricolaje y decoración hayan empezado a vender también productos de manualidades. No me refiero a las grandes superficies solamente, sino a tiendas de barrio que se han animado a traer chalk paint, pinturas multisuperficie, rotuladores permanentes, plantillas de stencil, pinceles de esponja… cosas que antes solo veías en tiendas especializadas. Y no lo hacen por moda: lo hacen porque hay demanda.

 

La aerografía ha salido del taller

Hay mucha gente que ha empezado a usar aerógrafos en ilustración, en pintura textil, en repostería creativa e incluso en maquillaje artístico. A mí me sigue pereciendo muy complicado pero reconozco que los kits de aerografía actuales son mucho más accesibles que antes. Y muchas marcas han empezado a sacar versiones económicas para iniciarse, con tutoriales incluidos. ¡Son de mucha ayuda!

Hay grupos de redes sociales donde la gente comparte sus avances con el aerógrafo como si fueran acuarelas. Y sorprende ver que no son solo jóvenes: hay adultos, personas mayores, gente de todo tipo que ha encontrado en esta técnica una forma nueva de expresarse. Las marcas como Vallejo, Createx o Artesania Latina han sabido aprovechar este tirón y han lanzado líneas pensadas para uso no profesional.

 

Pinturas para bellas artes que se venden como churros

Arte Spray, referente en el mundo de las artes plásticas y decorativas, nos confiesan que las acuarelas siguen siendo un clásico entre la clientela, pero ahora hay una fiebre con los pigmentos metálicos, las acuarelas japonesas, los sets hechos a mano, y todo lo que tenga que ver con personalización, que es lo que más se lleva. Las marcas han empezado a sacar colores especiales, ediciones limitadas, combinaciones prediseñadas… y todo esto atrae a personas que quizá no buscan ser artistas profesionales, pero sí disfrutan del proceso.

El gouache, por ejemplo, ha vuelto con fuerza. Yo no lo había probado hasta hace poco y me sorprendió lo fácil que es de usar. No brilla como el acrílico, cubre más que la acuarela, y permite jugar sin tener que ser experto. Marcas como Winsor & Newton, Talens, Holbein o Himi han sacado sets de iniciación que están por todas partes.

Y si hablamos de acrílicos, es una locura. Antes había solo un par de calidades: estudiante y profesional. Ahora tienes decenas de gamas, marcas emergentes, opciones veganas, ecológicas, resistentes al agua, especiales para textiles, para vidrio, para exterior… Se venden más que nunca, y eso también habla del auge del sector.

 

El arte también entra en casa

Ahora, además, la gente ha redescubierto lo bonito que es personalizar un mueble, una pared o un rincón con sus propias manos. Las pinturas chalk y las pinturas tipo milk paint se han vuelto muy populares porque permiten resultados bonitos sin tener demasiada experiencia. Se usan mucho en la restauración de muebles, en la decoración de habitaciones infantiles, en las letras de madera, en los carteles y más.

Y no son solo las marcas grandes las que lo han visto. Hay pequeñas empresas que han empezado a vender productos hechos a mano, con pigmentos naturales, pinturas artesanales, barnices ecológicos… Y tienen salida. La gente busca cosas distintas, que no sean las de siempre. Quieren experimentar, hacer algo con las manos, aunque no sea perfecto.

 

También hay arte en lo industrial

No lo digo de broma, hay gente artista que ha acabado viviendo de lo suyo.

He conocido casos de personas que empezaron pintando motos por hobby y hoy tienen un negocio. O de gente que hacía cascos personalizados con spray y ahora vende a través de redes sociales.

Eso también forma parte de este auge. Porque el arte no es solo óleo y pincel: es también técnica, práctica y pasión.

 

Cosas que antes eran de frikis, ahora son un regalo perfecto

Yo soy de esas que regalan cosas de pintura por Navidad, cumpleaños o porque sí, sobre todo a personas como mi esposo que se pasa el día entre pinturas y pinceles. Y la variedad que hay ahora es alucinante.

Hay packs de lápices de colores con calidad profesional que vienen en cajas de madera preciosas. Sets de acrílicos con pinceles, espátulas, paletas y bloc incluido. Acuarelas japonesas con diseño cuidado y presentación impecable. Gouaches en pastilla que parecen joyas. Y eso gusta.

También hay kits creativos para niños, adolescentes y adultos que no tienen nada que envidiar a los materiales profesionales. Y muchos de estos packs vienen pensados para aprender desde cero. Con vídeos, con fichas, con guías paso a paso. Es imposible no engancharse.

 

La importancia de las tiendas pequeñas

Algo que valoro mucho es cómo las tiendas pequeñas han sabido adaptarse. Hay papelerías que han empezado a traer materiales de arte. Tiendas de manualidades que ahora también venden pigmentos, pinceles, lienzos o sprays. Y lo hacen bien. Porque entienden a la gente, te explican, te recomiendan. No es lo mismo comprar por internet sin saber, que ir a una tienda donde alguien te dice: “Mira, si vas a empezar, prueba con esto”.

También hay muchas tiendas online que han surgido en los últimos años y que se dedican solo a esto. Algunas hacen sus propios sets, otras venden marcas difíciles de encontrar, otras te explican cada producto con detalle.

Eso ayuda. Porque muchas veces no es cuestión de precio, sino de entender qué estás comprando.

 

Las redes sociales lo han cambiado todo

No puedo dejar fuera el papel de las redes sociales. Instagram, TikTok, YouTube… están llenos de personas que muestran lo que hacen, explican cómo lo hacen y enseñan sus materiales favoritos. Es una ventana enorme para quien quiere empezar, probar o mejorar. Y es también una forma de descubrir marcas nuevas, técnicas distintas y formas de pintar que no conocías.

Hay cuentas que viven de probar materiales y hacer comparativas. Otras hacen talleres online. Algunas simplemente comparten lo que hacen y ya. Pero todas tienen algo en común: inspiran. Y eso ha hecho que muchas personas que nunca se habían planteado pintar, lo prueben.

 

Lo artístico está más vivo que nunca

Yo lo veo en casa, lo veo en mis amigas, lo veo en las tiendas y lo veo en la calle. El arte, la pintura, las manualidades, los proyectos hechos a mano… están más presentes que nunca.

Y no solo como pasatiempo, sino como forma de vivir, de expresarse, de compartir. Cada vez más personas compran pinceles sin saber pintar. Y no pasa nada. Porque lo importante no es el resultado, es el proceso.

Hoy en día puedes empezar a pintar sin saber nada, sin tener miedo, sin gastar mucho. Y eso es gracias a todas esas empresas que han apostado por hacerlo fácil, bonito y accesible.

 

Pintar ya no es cosa de unos pocos

Todo esto me hace pensar que estamos en un momento muy bonito para el mundo del arte. Hay herramientas, materiales, ideas y apoyo para quien quiera empezar, seguir o reinventarse. Las empresas de pintura artística han entendido que el arte no tiene que ser inaccesible ni elitista. Y gracias a eso, cada vez somos más los que nos animamos a probar.

Sea con un kit de iniciación, un cuaderno de bocetos, un pincel barato o una caja de gouaches que parece un tesoro, pintar se ha convertido en algo que muchas personas tienen al alcance. Y eso, sinceramente, me alegra mucho.

Porque al final, todos necesitamos un espacio para crear, equivocarnos, disfrutar… y mancharnos un poco las manos.

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